Networking para Emprendedores: 4 Reglas Infalibles que funcionan dentro de un Coworking

Networking para Emprendedores: 4 Reglas Infalibles que funcionan dentro de un Coworking

En el mundo del emprendimiento, el networking es una herramienta esencial para el crecimiento y el éxito. Este texto es producto de la experiencia personal vivida dentro de Conecta Coworking en Quito, Ecuador. En este lugar, hemos tenido la oportunidad de contactar con profesionales y emprendedores con perspectivas e intereses muy diferentes, lo que ha resultado en una experiencia grupal enriquecedora.   Aquí se comparten cuatro reglas de oro para hacer networking que ayudarán a maximizar nuestras oportunidades

1. Practica la generosidad en todo momento

Desde su significado más fundamental, la palabra coworking conlleva un sentido de cooperación. Etimológicamente, el término “co” proviene del prefijo latino “cum,” que hace referencia a la cooperación y el trabajo conjunto. Del mismo modo, el networking se basa en la colaboración y sigue las mismas reglas de cooperación.

La técnica infalible para entusiasmar a los demás a trabajar en un proyecto conjunto siempre comienza con actos de generosidad. Es por esto que las primeras acciones en las relaciones de pareja suelen iniciar con actos de generosidad de ambas partes. Mediante el gesto sincero de otorgar algo nuestro a los demás, nos abrimos al mundo y permitimos que los demás se abran hacia nosotros.

El primer paso para contactar con alguien es manifestar nuestra generosidad. Sin embargo, a diferencia de lo que comúnmente se cree, dar objetos materiales no siempre es suficiente ni necesario. Compartir nuestros conocimientos, ofrecer ánimos, escuchar atentamente y sonreír son actos de generosidad que pueden tener un mayor impacto.

Si quieres conocer más sobre la práctica de la generosidad desde la perspectiva budista da click en este enlace.

2. Un buen networker: Aprende de sus compañeros y de su entorno

Resulta ya un lugar común decir que “toda persona es un mundo.” Sin embargo, si reflexionamos lo suficiente, nos daremos cuenta de que es así. Desde una perspectiva biológica radical, simplemente mantenernos vivos hasta la edad adulta ya representa un éxito evolutivo. Bajo esta perspectiva, todas las personas que nos rodean ya son exitosas, habiendo experimentado muchos aciertos y errores para lograr su éxito. ¿Por qué no darnos tiempo para escuchar su forma personal de ver la vida?

En el campo laboral, cada profesional lleva consigo una pericia construida sobre la base de lo práctico y lo teórico. Esta es una razón suficiente para considerar su perspectiva y esforzarnos por entenderla, aunque no lleguemos a aceptarla del todo. No solo las palabras comunican; la mayor parte de la comunicación se da en el plano no verbal. Los gestos y acciones son cruciales para conocer a nuestro interlocutor y saber si estamos a punto de llegar a un límite o si necesitan algo más de nosotros.

El espacio también nos comunica. Parte de sentirnos a gusto es identificar cómo funcionan los procesos y dinámicas y actuar conforme a ellos. Un buen networker sabe que escuchar es tan importante como hablar. Al prestar atención a lo que los demás tienen que decir, se pueden identificar oportunidades de colaboración y entender mejor las necesidades de otros emprendedores. Además, ser un buen oyente permite hacer preguntas relevantes y mostrar un interés sincero en las personas con las que se está conversando

3. Reflexiona en privado y aporta valor en equipo

Siempre busca maneras de aportar valor a tus conexiones. Esto puede ser tan simple como compartir un artículo interesante, referir a tus compañeros, u ofrecer tu ayuda en un proyecto. Al convertirte en una fuente de valor para los demás, te posicionas como un recurso valioso dentro de tu red de networking.

Un antiguo refrán dice: ” Controla tu boca en público y tu mano en privado.” De las facultades humanas, la palabra es aquella que requiere mayor atención en nuestro trato con los demás. Eso, por eso que es necesario desarrollar prudencia sobre lo que decimos, además de fomentar los elogios sinceros, la veracidad, la oportunidad y la exactitud sobre lo que expresamos.

Un trato amable es siempre bien recibido por todos y una palabra generosa y prudente son el fundamento de esta amabilidad.

4. Disciplínate en cumplir con tus compromisos

Para quienes pertenecemos a la generación millennial y hemos experimentado la evolución de múltiples tecnologías, recordamos fácilmente cómo solíamos coordinar citas simplemente acordando un lugar y una hora. Sin embargo, en la actualidad, la inmediatez que caracteriza nuestra sociedad puede cambiar planes trazados previamente con un simple mensaje de texto, lo que puede llevar a la cancelación de promesas y acuerdos.

No es necesario repetir el sermón sobre puntualidad que solían darnos nuestros abuelos y padres, ya que nuestra generación y las siguientes vivimos en un entorno de constante cambio, donde las prioridades evolucionan rápidamente.

De lo que se trata es de esforzarnos al máximo por cumplir nuestros compromisos, independientemente de los cambios repentinos que puedan surgir, y mantener informado a nuestro equipo de trabajo sobre cualquier modificación en nuestros planes.

Cultivar el buen hábito de cumplir con nuestras responsabilidades no solo genera confianza en los demás, sino que también contribuye a nuestro desarrollo profesional y disciplina personal.

Conclusión

Este breve texto surge de la experiencia y reflexión dentro de Conecta Coworking, y se comparte con el propósito de enriquecer a nuestra comunidad con información útil sobre una de las mayores preocupaciones en la vida adulta: las buenas relaciones sociales.

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